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domingo, 26 de octubre de 2008

Comida de fiesta

El sábado 25 de Octubre nos reunimos un grupo de compañeros de trabajo para celebrar que tres compañeros aprobaron las oposiciones anteriores y fuimos a comer a un lugar entrañable, "La posada del candil", situado en la sierra de los filabres, en Serón. La comida fue inolvidable por muchas razones: por la reunión con los amigos y compañeros y porque afortunadamente podía comer de todo lo que allí cocinaban.
En la tierra tiene fama el jamón, el buen jamón de Serón, y en cada plato de entrantes podíamos degustarlo: pollo relleno de jamón, berenjenas gratinadas (lo único que no podía comer), ensalada de la casa, ......... que delicia.
La comida fue degustada con un buen vino de Tíjola, y buenas carnes a la brasa cuyo sabor era inigualable. Solomillos, presas, secretos.... todo hecho a la brasa suave y delicadamente.
Como postre tomamos frutas de la zona, destacando unas granadas que regamos con un poco de vino y azúcar que hicieron las delicias de todos.
Todo amenizado con buenos recuerdos del trabajo que realizábamos juntos el curso pasado y que ahora cada uno realiza en distintos lugares (Almería, Cádiz y Málaga).
El trato que recibimos fue igual de exquisito que todos los manjares de la tierra, gracias a todos.
Todos nos quedamos con las ganas de pasar allí alguna otra comida, por ello al ser posible alojarnos allí por tener casitas rurales creo que todos volveremos a este lugar en la sierra de Almería.
Si podéis, visitadlo, seguro que estaréis igual de maravillados.
Si sois intolerantes a la lactosa comeréis muy tranquilos al ser comida natural hecha en las brasas y os trataran de forma muy agradable. Visitadlo.
La dirección la encontráis en los lugares de interés de mi blog.

2 comentarios:

María José dijo...

Mª Jesús:
Enhrabuena por esa comida que tan buen sabor de boca te ha dejado.
Efectivamente, aquí no podemos pasar sin el jamón ni el vino.
¡¡Vino de mi pueblo!! ¿porqué no?

Creo que esta comarca te queda un poco lejos, ¿no?

Un saludo.

Mª Jesus dijo...

Ciertamente fue muy especial y aunque me queda lejos bien mereció la pena el reencuentro con los compañeros de trabajo.
Un saludo.